Treinta y tres cosas que aprendí en el Coaching

Durante mucho tiempo la sensación de estar a la deriva, como una hoja que el viento lleva a donde le plazca, me había acompañado de forma muy fuerte. Tanto que no recordaba cuándo había empezado, ni cómo era sentirse diferente. A pesar de esto, sabía que no estaba a gusto ni cómoda, que la inercia de todo lo que me rodeaba no tenía sentido. Me sentía muy desorientada, débil, cansada, pero tenía el deseo de entender por qué me sentía así y saber qué podía hacer para cambiar la situación para empoderarme.

Un día pude leer sobre Daraki y decidí contactarla para pedirle ayuda, tras lo cual empezó una maravillosa aventura. Le pedí que fuera mi coach para ayudarme a encontrar mi misión de vida, mi norte, la razón y motivación, para organizarme y luchar por algo. La verdad es que encontré mucho más que eso. Estos son algunos de los aprendizajes que gracias al coaching ahora llevo conmigo:

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  1. Para empezar, comencé a identificar un montón de miedos cotidianos que, verdaderamente, no tenía ni idea que estaban ahí (y todavía están), tras lo cual…
  2. …Me di cuenta de toda la energía que esos miedos me robaban (o me siguen robando, a ratos) día a día. Con razón me sentía tan fatigada.
  3. Con todo esto descubrí lo mucho que me desconozco pues…
  4. …entendí que durante mucho tiempo había pensado que todos esos miedos me definían, que yo era esos miedos. Resulta que no: yo no soy los sustos y las angustias que me persiguen todos los días.
  5. Me di cuenta de mis reacciones usuales frente a mis miedos: la parálisis y el querer huir.
  6. Comprendí que lo anterior, paralizarme o huir, me hacen muchísimo daño ¡Tengo que seguir en movimiento! porque…
  7. …Sólo así podré hacer que las cosas que quiero pasen. Cuando intente moverme habrá oposición a mi movimiento y tendré que responder con una fuerza igual o superior a la que se me está oponiendo para vencer la inercia de mi quietud. Para esto, debo llenarme de pasión y decisión por lo que decida hacer.
  8. Cuando me centro en lo que los demás pueden percibir de mí, les entrego poder sobre mí y me olvido de todo lo que soy capaz de hacer. Esto está muy mal, porque…
  9. … Soy una triunfadora. Todas lo somos. Tengo montones de triunfos de todo tipo que he alcanzado a lo largo de mi vida. Me había acostumbrado a ignorarlos y subvalorarlos, aumentando mi inseguridad.
  10. Esa inseguridad salía de mis pensamientos negativos, de películas de terror que yo misma escribía, dirigía y producía en mi cabeza, congelándome del miedo. Cuando entendí lo que mí mente estaba haciendo pude acercarme a estos pensamientos, observarlos y al hacerlo ¡se calmaron!
  11. No sólo encontré algunos de los pensamientos que me quitan fuerzas, sino que conocí otros pensamientos que me dan fuerza. Pensamientos que me tranquilizan y motivan, causando un efecto completamente opuesto a los otros, en mi día a día. Puedo recordármelos y decírselos a mis miedos cuando se alborotan.
  12. Aprendí que tengo fortalezas, y son lindas.
  13. Aprendí que tengo valores que me identifican y a los que amo.
  14. Tengo un “qué” para hacer, un norte hacia el cual concentrar esfuerzos. Cada que pienso en ese “qué” me siento muy feliz 🙂
  15. Sentí en muchos planos que no estoy sola en el Universo. El Universo no me habla en voz bajita, como muchas veces me había quejado con amigos e incluso con Daraki. Por el contrario, el Universo llevaba rato haciéndome gritar por dentro que el camino que llevaba no me estaba haciendo feliz, que saliera a buscar ayuda e información para reorientarme y crecer.
  16. Entendí que soy yo la que debo aprender a escuchar y sentir esas pistas que el Universo me manda.
  17. Redescubrí cosas que me apasionan. Después de todo, y pese a lo que pensaba, no soy de hielo. Tan sólo estaba muy anestesiada, y poco a poco me iré despertando.
  18. Descubrí que llevo toda mi vida dejando que las cosas me ocurran, y quedándome en una cómoda posición de víctima, pero…
  19. …De hecho, no tengo que ser una víctima. Yo puedo, y debo, asumir la responsabilidad del 100% de lo que pase en mi vida.
  20. Un shock particularmente grande, fue aprender que no hay decisiones malas, no puedes equivocarte al escoger conscientemente algo, porque…
  21. …¡yo le doy el poder a las decisiones que tome!, y…
  22. …Una vez elija un camino, no importan las otras opciones que estaban sobre la mesa. No hay nada mejor que lo que elegí, porque ese es el camino que me va a permitir crecer y aprender.
  23. La palabra clave es compromiso. Debo sacar a la mujer ejecutiva en la toma de decisiones que llevo dentro, dejarla que pase al frente y le diga “No” a la parálisis.
  24. En la medida en que lo haga voy a poder ayudarme a cumplir mi misión, ese “qué” que me apasiona. Es clave que trabaje en los obstáculos que me frenan como:
    • El desorden
    • La duda
    • La pereza
    • No invertir en mí misma y en mí crecimiento.
  25. ¡No tengo que ser todo lo que mí entorno pide de mí! Esto para mí es revolucionario. No tengo que ser ningún rol que me haga sentir incómoda. Debo ser sólo lo que yo siento y quiero ser.
  26. Mi cabeza no es un espacio ajeno a mí. Yo puedo aprender a observar con cuidado el movimiento que hay en mí interior y…
  27. …Ese movimiento me va a hacer sentir cosas, tanto físicas como emocionales.
  28. Mucho de este movimiento va a venir del ego y por lo tanto, va a ser doloroso. Vendrá en forma de apego, rabia, tristeza, miedo o inseguridad.
  29. Cuando vea este tipo de sensaciones, debo aceptarlas, quererlas, amarlas, y observarlas muy de cerca. No importa que duelan, que quiera rechazarlas. Hacen parte de lo que debo aprender a conocer de mí. Debo observarlo, pero….
  30. …Ojo, no voy a regañarme. Así no solucionaría nada. Debo tenerme amor y paciencia.
  31. Si me observo mucho mucho, poco a poco le voy a ir dando espacio a mí verdadero yo, a la esencia, para que se manifieste.
  32. Y cuando eso pase se manifestará en forma de amor y libertad. Todo lo que sea amor y libertad viene de allí.
  33. Para continuar lo que empecé en este coaching debo regalarme espacios y disciplina que apoyen mi crecimiento personal ¡Continuidad, Laura, mucha continuidad!

Me faltó un largo etcétera de cosas que aprendí. Puedo decir que mí primer coaching ha sido una experiencia muy enriquecedora, que siento que crecí montones y soy muy feliz de haber armado un plan para desatar el nudo que tenía en el alma. Gracias, gracias, gracias Daraki por tu apoyo y acompañamiento 🙂

Con amor,
Laura V. Pérez

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2 comentarios en «Treinta y tres cosas que aprendí en el Coaching»

  1. Deicy Moreno Responder

    Me interesa contactarte

    1. Daraki Coach Responder

      Hola Deicy, escríbeme a daraki.coach@gmail.com

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