4 claves para aumentar la autoestima en la mujer: Nuestras Emociones (Clave #2)

Todas las mujeres buscamos sentirnos felices, tranquilas y seguras, y creemos que lograremos sentirnos seguras al encontrar una pareja, que seremos felices al ser madres, o que estaremos tranquilas si ascendemos y nos aumentan el sueldo, por nombrar algunos ejemplos. Pero, la realidad es que esto no sucede, muchas personas al lograr su meta, luego se dan cuentan que no sienten esa felicidad, tranquilidad o seguridad que esperaban, por lo tanto, creen que fracasaron. Esto sucede porque nos enfocamos demasiado en la meta externa y se nos olvida por completo el verdadero objetivo que era aprender a conectarnos con un estado emocional.

 

Lo que he podido observar en mis clientas de coaching a lo largo de estos años es que todas  anhelan sentirse bien, pero cuando es el momento de profundizar en el mundo emocional salen corriendo o evitan conectarse con las emociones negativas. Y esto último es muy necesario para crecer y avanzar.

 

Es por eso que hoy quiero hablar de cómo hemos aprendido a contectarnos con ellas.

 

 

El olvido de las emociones

 

Venimos de generaciones en donde el aspecto intelectual es muy importante, nos enseñaron a almacenar mucho conocimiento en el colegio y en la universidad. Luego en nuestra vida profesional nos enfocamos en lograr metas y ascender para obtener un buen ingreso económico. Todo esto es importante, pero no lo es todo, llega un punto en nuestra vida adulta en donde empezamos a cuestionarnos sobre lo que sentimos y  lo que nos hace felices. Nuestros aspectos emocionales quedaron en el limbo de la religión y de lo que vimos de nuestros padres y amigos. La suma de estos tres aspectos forman la sociedad y el inconsciente colectivo.

 

Sólo hasta finales del siglo pasado se empezó a hablar de inteligencia emocional y la importancia de la psicología emocional en la vida de los seres humanos. Hoy en día las palabras como talento, actitud, autoestima, potencial, felicidad y las mismas emociones han ganado un espacio importante en la vida de todos, al punto en que  nos las cuestionamos constantemente.

 

Sin embargo, a pesar de miles de años de humanidad seguimos sin poder manejar nuestra rabia, nuestros celos, la envidia, nuestros miedos o incluso la tristeza. Siento que en esta época en dónde surge la cuarta revolución, la inteligencia artificial y tenemos menos interacciones físicas con las personas, el ser humanos está pidiendo a gritos poder entender sus emociones y saber manejarlas.

 

Nosotras como mujeres

 

Es cierto que nosotras como mujeres tenemos una mayor tendencia a ser más emocionales que los hombres, no solo por la naturaleza de la maternidad, sino también por un componente hormonal debido a nuestro ciclo menstrual.

 

De hecho hoy en día, muchas mujeres han decidido dejar a un lado sus emociones, pues al hacer parte del mundo profesional y querer igualdad de género, muchas veces sienten que éstas son una carga para sus metas y como muchas de ellas dicen; se han masculinizado.

 

Yo pienso todo lo contrario, esa capacidad emocional es una ventaja, pues genera empatía y es incluyente. Cuando las mujeres empezaron a trabajar y asumir puestos de liderazgo la visión cambió, ellas son las que se encargaron de incluir las necesidades de las mujeres y de los niños desde sus trabajos.

 

Nuestra consciencia emocional es muy importante para desarrollarnos como personas y como profesionales. Pero debemos aprender a acercarnos a ella, porque no todo lo que sentimos es alegría y felicidad, debemos aprender a lidiar con las emociones como la rabia o la tristeza.

 

 

Nuestra realidad actual

 

Hoy no queremos que nuestros hijos o jefes nos vean llorando, creemos que las mujeres rabiosas no son amadas e incluso aseguramos que no es bueno ser vulnerable ni mostrar miedo frente al otro porque nos quita poder. Hemos entonces aprendido a reprimir nuestras emociones sin poder expresarlas libremente.

Incluso llegamos a pensar que sentir cualquier tipo de emoción negativa no está bien, culpándonos y criticándonos, haciendo que nuestra autoestima disminuya cada vez lo que hacemos. Esto nos lleva entonces a empezar a sentirnos deprimidas y por eso tomamos medicamentos, pues necesitamos “drogar” dichas emociones.

 

Somos entonces una sociedad que se “droga”, reprime sus emociones y que está al frente de una pantalla la mayoría del tiempo, haciendo que perdamos la capacidad de relacionarnos con los demás con presencia, atención y verdadera escucha.

 

 

¿Qué podemos hacer?

 

 

Debemos comprender que somos humanas, que las emociones tanto negativas como positivas habitan en nosotras y lo mejor que podemos hacer es investigarlas y empezar a establecer una relación con ellas para comprenderlas. Pues toda emoción negativa guarda un gran tesoro en su interior.

 

Autoestima emocional para mi es la capacidad que cada una de nosotras tiene para comprender, sentir y expresar sus emociones, tanto positivas como negativas. Lograr esta maestría es la clave del éxito de todas las relaciones, como de pareja o profesionales. Comprender nuestras emociones nos hace libres porque nos permite dejar de ser esclavas de éstas y dejar de ser tan reactivas. No es una tarea fácil pero trae mucha satisfacción y seguridad interior.

 

De de 0 a 10, ¿Qué tan consciente eres de tus emociones, te dejar llevar por ellas o sabes observarlas?

 

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